RAPSODIA LOBREGA EN CUATRO TIEMPOS.
EL ESPEJO GÓTICO
PRIMER TIEMPO
TE INMORTALIZARÉ EN UN VERSO.
Te inmortalizaré en un verso,
en cada palabra que escriba,
qué yacerá para siempre en este libro,
por cada huella un beso.
Te inmortalizaré en mi profesión,
tan dentro de mi corazón,
salido de mis pechos en tus manos,
por desatarte sin razón.
Te inmortalizaré en un verso,
para que viertes tu ansiedad en mí,
que cada escrito fue una memoria,
para nosotros entre cada tiempo.
Te inmortalizaré en mi profesión,
escribiendo con mi corazón,
de abrirme ante el mundo,
con un suspiro profundo.
Te inmortalizaré en un verso,
Mi amado de cada alejandrino,
cada sílaba late mi corazón animado,
porque tejes mi destino.
Te inmortalizaré en mi profesión,
porque más qué mi convicción,
eres mi religión,
entre lo más profundo de cada acción.
Te inmortalizaré en un verso,
sucumbiendo entre sombras,
rodeado de mis palabras,
que al torno de un escrito sobreviven.
SEGUNDO TIEMPO
SOMOS AHORA Y DESPUÉS COMO ANTES
Contemplé nuestro rostro flotar,
en un sueño como otra posibilidad,
que borres en mi la triste soledad.
Nos perdimos con la fuerza del mar,
entre las olas de tus salados labios,
y los rayos del sol iluminaban nuestros pasos al caminar.
Al canto de las gaviotas,
se mecía la melodía de la pasión,
se me ha permitido verme en tus ojos azules,
como ante el reflejo de los espejos.
Y en mí está el poder de un destino,
el preservar de un largo camino,
bajo el día de is decretos,
y mi corazón entre secretos.
La paradoja de nuestra historia,
interno a mi alma aliviando mi pesar,
somos ahora y después como antes,
En tu corazón me clave como saeta,
A tu persistir en canto sosiego,
Amiga del viejo tiempo que ahora niego.
Ambulo en la vereda de la loma,
que cubierta se encuentra en hojas secas,
por la lluvia de los arboles de otoño.
Acallaste mis susurros,
y ahogaste mis suspiros,
y me veo entre tus brazos.
Mis ojos conjuraron tu mirada.
¿Qué tendrá tu mirada? - Me pregunto.
¿Podre mover varias veces el mundo,
y ver sin ti mi realidad?
Palpito entre sombras y tinieblas,
Mi hermoso lobo entre la oscuridad,
el amor ondea en el ocaso del crepúsculo,
y en las profundidades del oráculo,
de la verdad de nuestro ser.
Somos ahora y después como antes.
TERCER TIEMPO.
MONOLOGO DE UNA LOCA
Mírame aquí en compulsión,
en nostalgia que llora el corazón,
vivo la soledad de mi propia carne,
que es un dolor ardiente y perenne,
Amo la imagen reflejada en el espejo,
y palmo la oscura sombra del quien me aquejo,
es la propia muerte sobre el tacto,
lúcida flor que se abrió en un acto.
Ahora es solo una memoria,
que en recuerdo mi pecho delira,
estoy en la locura, sedienta y sobria.
Recondidamente loca: ¿Quién lo sabría?
-"La soledad es inmune y sesgo,
después de conocerte como amigo"-
Mi alma sin pena de tiniebla,
en el sufrimiento del quien me habla,
toma de mi la soledad
y la cubre entre cada palabra.
-"Alberga una alegría indecisa,
cómo amargura precisa."-
CUARTO TIEMPO Y ULTIMA COPLA
¿QUIENES SOMOS?
¿Cuál sombra de nuestros primeros sueños,
hizo que se formara un deseo,
de placer y lujuria?
¿Existe gran diferencia entre poética,
un reflejo que no da tanto asombro,
y una situación bochornosa con aversión,
que se desvié la lectura en una falsa plegaria?
Entre nosotros se deslumbran sombras,
que no podemos comprender,
más pocos son los que comprenden:
-Ya sea arriba, cómo abajo
perdiéndote en el reflejo-
se atravesó el resinto de la fantasía,
que te deslumbra cada día.
¿Quienes somos?
Te miro dentro del espejo,
y se que no te conozco pero te conozco,
aunque el reflejo este opaco,
se que tu me ves
que te regocijas y me reconoces,
pero yo a ti no conozco.
¿Cuál sombra de nuestros primeros reflejos,
descuidamos nuestros caminos,
del tuyo y del mío vacía entre mis manos,
que llego a la noche al aposento?
¿Existe gran diferencia,
entre cada reflejo,
en cada noche que te veía tras del espejo
que hubiera entre nosotros gran distancia?
¿Quienes somos?
¿Suspiros negros atormentados?
¿Caminantes errantes entre sombras?
FIN
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