Estaba la bruja en su mecedora y un gayo negro se erizaba, ella aun no se resistía a su suerte de no amar pero ya era vieja. Cierta noche parada cerca de un pentaculo un demonio se hizo presente y en silencio se miraban tantos favores que le había echo a la bruja que ya no era necesario los rituales de invocación, ella hacia brujería por en gusto de dinero no por que fuera realmente buena ella ya sabia que su trabajo lo valía pero si estaba seca de su corazón que final le esperaba de echar a suerte a los nietos de sus hermanas ya no le satisfacía ver lo mismo de siempre hasta que en una tarde de frío y nublado un muchacho a lo mucho de 24 años se hizo presente ante la casona de la bruja quería una lectura pero no tenia dinero para pagar. No tenia suerte en el amor y el tenía sueños extraños en los que se veía intimar con una muchacha de la alta sociedad y a el se le veía uniforme de mozo y por esa razón el no podía soltar esos sueños que le daban vida y mucho qu...
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