Buenas noches les comparto algo nuevo que recién escribí fue por un impulso.
SECUESTRO.
Tenía hace tiempo planeando un acto atroz. La miraba y ese sentimiento se volvía muy fuerte cada día que pasaba y no sabía como explicarlo, su pecho brincaba de emoción cuando la veía pasar y sólo soñaba con tenerla entre sus manos, ella era casada pero no se veía feliz en su matrimonio. Todo el entorno a ella era lóbrego y misterioso y eso hacia que espiara ese matrimonio. Los niños que jugaban a la pelota decían que había duendes en esa casa y pelota que entraba desaparecia y quienes con valentía entraban, salían corriendo despavoridos de esa casa contando que los duendes les habían aventado piedras para sacarlos de su hogar. Asi que con miedo ya no regresaban a volver a entrar.
La señora era muy callada se le veía llegar de compras más no la veían salir. Eso ya era algo raro para los vecinos quienes no la querían. Envenenaban a sus gatos negros, de siete quedaban cuatro. Hasta que un repartidor de comida que se acercaba a dejar pedidos en la noche conocía a la señora. Empero fuera de eso, habían ojos extraños y enamorados que seguían sigilosamente a la bruja y sabía que era bruja pues la veía conversar con sus gatos y mientras arreglaba su jardín, veía como se desprendía luz de sus manos.
Recuerda que una vez después de una discusión con su padre la soñó y reconfortó su alma fue en ese sueño que se enamoró y el sabia todo de ella en sus sueños convivía con ella y ya sabía todo de ella.
Hubo un gato moribundo ese muchacho lo agarro y lo curó con la intención de ayudarla sabia que se iba a poner triste y no lo iba a permitir.
El gato tardo en recuperarse pero tardo en regresar a la casa de la bruja, sin embargo tuvo tiempo de generar simpatía con el joven y pudo sentir que amaba a su dueña con todo el pudor que necesitaba ella para liberarse de su verdugo. Al regresar le a su gato ya sano y recuperado. Descubrió un terrible acontecimiento, el repartidor le entregaba una rosa para enamorarla. El gato al ver eso sintió rabia y pena por su salvador. Este decidió cobrar venganza y busco al repartidor abalanzándose sobre la rueda de la bicicleta y volcó su cabeza sobre una piedra, ambos muriendo al instante. El joven corrió tras el gato y lloraba por su muerte, eso enternecio a la bruja y le obsequio un beso apasionado. Pasado unos días, la bruja desapareció sin dejar rastro su marido quedo triste en esa casa muriendo de un paro cardíaco. Esa casa se volvió mas lóbrega y cubierta con enredaderas y siendo un refugio para gatos y una leyenda que cuentan los ancianos de ahora cuando iban a jugar pelota con los amigos, recordando anécdotas extrañas de las apariciones de los duendes y de los gritos y peleas que se oían en esa casa pero cuando salia la familia de esa casa parecían felices, solamente los gatos sabían como vivía esa gente.
Relato por Alma Fuentes
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