La muñeca movía la mano como si
dijera hola, la señora Mirna ya llevaba varias horas tejiendo, su vista se
estaba cansando y creyó que era una ilusión o que la muñeca de su sobrina
tuviera baterías. Recuerda que la había olvidado el domingo anterior cuando su
hermana vino de visita, de ahí entonces, ya no la había visto, pero segura de
que en quincena volvería a venir y cuidaba la muñeca para devolvérsela a su
sobrina. Mientras el hijo de Mirna que se llamaba Jonathan, le temía a la
muñeca y la echaba al cesto de la ropa sucia cubriéndola par ya no verla cuando
su madre se iba a trabajar y toda esa semana fue un discutir con su hijo y o
regañaba que no tocara esa muñeca porque era de su prima. Jonathan asegura ver
mover a la muñeca, mientras su madre le dijo que seguro era de batería o de
cuerda y la dejara en paz. El sábado la señora Mirna, observó que la muñeca se
movía como cuando una niña juega con ella y le llamo Guadalupe, cómo se llama
su sobrina, pensando era domingo y Guadalupe no contesto y dejó caer la muñeca
al suelo y se escuchó que corrían hacia el patio trasero y pronto se escuchaban
golpes en las paredes cómo si la vecina estuviera colgando cuadros y el rugido
de los muebles de madera. Mirna buscó el calendario y se dio cuenta que apenas era
sábado, fue por la muñeca y no la encontró, fue al cuarto de lavado y ahí
estaba a muñeca de cabeza en el cesto de la ropa sucia, la señora Mirna estaba
enojada con Jonathan y fue hasta su habitación para reclamarle la conducta a su
hijo: “-Te dije que ya no la tocaras”-, y Jonathan asombrado por el reclamo
alegó: -“Pero mamá… yo ni si quiera he salido del cuarto, estoy haciendo la
tarea. Y si esa muñeca es de baterías como dices, pues quítale las pilas y ya
no deberá moverse”-, le dice su hijo Jonathan. Mirna sentía horror por esa
muñeca pues estaba descuidada y pintarrajeada de la cara ya que su sobrina no
cuidaba bien las cosas. La guardó en el armario y encerró con llave para evitar
verla hasta el día siguiente domingo que volvió a verlas, se sintió aliviada,
le había comprado pilas nuevas a su sobrina para ver cómo se las ponía. Sin
embargo su sobrina comento que ni tenia cuerdas ni usaba pilas, que para ella
era normal que se moviera ya que era su amiga y solo quería jugar con ella. Su
tía palideció y fue a la cocina para hablar con su hermana al respecto: -“Oye,
sólo te pido que le digas a tu hija no traiga muñecas a la casa, ya que esa que
olvido no me gusta, me da miedo. Siento que se mueve”- Carmen sonrió a su
hermana: -“No seas paranoica, ahora resulta que te dan miedo las muñecas. No se
por qué le gusta tanto, la encontró hace un año en el parque donde vivimos y
desde entonces no se desprende de ella y… ¿te digo una cosa? He de confesarte
que también me da miedo, pero la otra vez que quise quitársela, se puso como
histérica, me pegó. Busco esa muñeca hasta encontrarla en el cesto de la
basura. Yo ni si quiera la había dejado ahí pero bueno si había pensado en
tirarla el día que ella no esté en casa pero ya tiene maña de llevársela hasta
la escuela”- Pronto Guadalupe hablaba con alguien que no estaba y su madre
Carmen se asustó mucho. –“¿Con quién hablas?”- le pregunta misteriosamente y
Guadalupe le contesto: -“Con mi amiga, la que me regaló la muñeca el otro día
que fuimos de paseo en el parque, ¿te acuerdas mami?”-, Carmen suspiro hondo y
tragó saliva espesa sin saber que más decirle a su hija y se fue a la cocina
con su hermana y sin poder mediar palabra… -“Yo también la escuche”- Le dijo
Carmen, y guardaron silencio mientras observaban a la niña jugar. –“Yo creí que
era de pilas y le compre un par a tu hija y está aseguro que l muñeca no era ni
de cuerda ni de pilas y Jonathan, dice que es muñeca parece poseída y
embrujada. Se mueve sola. Debes observar con detenimiento a esa maldita muñeca
o desaste de ella por una buena vez, tú eres la madre y tus mandas sobre ella.”-
Carmen se agarró sus brazos: -“Creo que
tienes razón, se pueden evitar desastres que esa muñeca nos haya traído.”-
Explica su hermana menor. Mirna presionaba a su hermana con miradas de
reproche, y Carmen no sabía qué hacer, más que esperar el momento oportuno. El
domingo por la noche Guadalupe hablaba dormida con alguien de sus sueños: -“Mi
primo Jonathan me odia porque tengo un mejor amiga que es mejor que él, porque
mató a su familia que la maltrataba y su única amiga era la muñeca que me
regalo y me protege del malvado de mi primo.”- Carmen se levantó asustada y fue
a revisar a la niña y noto que tenía quemaduras en sus piernas y no se notaban
por las calcetas, ella ayudaba vestir a su hija y recuerda que el sábado no
tenía esa quemadura. Decidió espiar a su sobrino Jonathan la próxima semana,
para ver qué tan cierto era lo que había dicho en sueños o se trataba de una
pesadilla. Llegó el próximo domingo y las hermanas se reunieron de costumbre, Carmen
vigilaba a su sobrino Jonathan que hacia su tarea a lado de su prima mientras
coloreaba su libro. No veía nada anormal, parecía que los primos se llevaban
bien, pero Mirna se encontraba consternada por que Carmen no le había quitado
esa muñeca a su sobrina y está ves Mirna tuvo una opción, de llevar a los niños
al cine y que en un descuido le quitaría la muñeca a su sobrina. –“Mamá, odio
la muñeca de mi prima. Parece que me mira con una irada malévola y se mueve
cuando me acerco a mi prima y no puedo jugar con ella porque me da miedo esa
muñeca, la lleva a todas partes, me da miedo”- La señora Mirna compartía la
misma opinión de su hijo, le incomodaba esa muñeca, estaba decidida de robarle
esa muñeca a su sobrina en el primer descuido. Después fueron a cenar al centro
comercial, hasta que la niña quedó dormida en brazos de su mamá. Carmen cogió
la muñeca de prisa para guardarla en su bolso pero al mismo tiempo Mirna la
tomo con la intención de desaparecerla. –“Esa maldita muñeca nos va a volver
locos, nos da miedo y tu hija siempre la deja en mi casa, ya no la quiero.
Jonathan está muy nervioso y ya no se concentra en sus actividades escolares y
ha cambiado mucho, tu hija lo odia. Empuja mucho a mi hijo y lo cachetea, ¿qué
violencia es esa? Claro, cómo ve a mi cuñado gritarte y tú de sumisa te dejas,
ella toma esa actitud agresiva con mi hijo. Mínimo deberías de deshacerte de
esa muñeca, ¿No crees? Anda, es tu decisión porque si tu hija vuelve a dejar
esa muñeca en mi casa se la quemo y lo va a sufrir, tu puedes evitar eso. Dile
que la olvidaron en el cine o que se yo.”- Jactó Mirna con profundo coraje,
mientras que a Carmen ya no le quedaba de otra, parecía que Jonathan quería a
su prima pero esta se le iba a golpes sin motivo alguno. Así que, la muñeca
desapareció el martes y Guadalupe lloraba desconsoladamente: -“Ya deja de
llorar, era una muñeca. Ten te compre una nueva.”-, Guadalupe la miro y miro,
pero por más que la observaba le encontraba defectos… la muñeca era nueva, y no
contaba con su amiga para jugar con ella, así que en una desesperación de
arranque, cogió la muñeca y le arranco la cabeza, -“No me gusta, quiero a
Cynthia.”- exclamó llorando. Poco a poco la niña empezó a cambiar de actitud y
temerosa de ir a la casa de su tía Mirna: -“Sabes que ahí estará tu primo
Jonathan y te cuidará de cualquier mal.”-, Dicho esto, la señora Mirna supuso
que el problema había acabado. Después de un mes, Cinthya empezó a tener miedo
de su primo y a “defenderse” de él. En cierta ocasión, Carmen con su hermana
preparaban una ensalada, pero el cuchillo con el que picaban la fruta
despareció. Mirna salió a buscarlo y se le hizo raro que no estuvieran los
niños en la sala, y creyó escuchar gritos de su sobrina y corriendo al cuarto
de su hijo, encontró que este la lastimaba con el cuchillo. Y se lo arrebato,
-“Jonathan, no hagas eso”-, en eso entra Carmen extrañada, -“¿Qué sucede?”-.
Hubo un momento de silencio pero Mirna le dijo que su sobrina estaba lastimando
a su hijo, y como este tenía en su mano sangre de su prima aprovecho en decir
que era su prima la que lo había atacado, ya que por su culpa, su madre le
había quitado a su muñeca. Carmen se
sintió apenada por lo sucedido y alzó a su hija y sin despedirse se fueron a
casa. De noche la madre de Cinthya, descubrió que era su hija la que tenía
cortadas y que había sido su primo el que la había lastimado. Se sintió con
coraje, y arrepentida de haberle tirado su muñeca y comprendió que su sobrino
le tenía miedo y era por eso que no le hacía nada a su prima. Comprendió que,
esa muñeca estaba embrujada pero sin duda había llegado a su hija de una manera
extraña para cuidarla y protegerla, si de tener un espíritu de alguien este
protegía a su hija. En una tarde lluviosa, Carmen fue al basurero donde aventó
la muñeca, deseando que siguiera ahí. Sintió la presencia de alguien, que le
chiflaba y al voltear vio el fantasma de una niña, la dueña de la muñeca, la
que jugaba con su hija y mentalmente le dijo que su primo estaba mal de la
cabeza y que mataría a su prima por su enfermedad mental que hasta ese entonces
se desconocí que tenía y a escondidas Jonathan lastimaba a su prima y la tenía
amenazada. Al escuchar esto, Carmen lloro desconsolada y la lluvia cedió poco a
poco y el fantasma le señaló una esquina y ahí estaba la muñeca… -“No te
preocupes, no tengas miedo… Témele a los vivos, yo cuidaré de Cinthya, es mi
mejor amiga. Mientras tengan mi muñeca con ustedes, yo podré seguir teniendo
contacto. El lugar donde mi amiga encontró mi muñeca fue el lugar donde
aventaron mi cuerpo, un caníbal me secuestro, comió de mi carne. Me
descuartizo, me embolso en una bolsa negra como esta, y aquí me vino tirar. Mi madre era su novia y estaba cegada
por amor que nunca supo que la carne de los tamales que comía era parte de mi
carne, mientras mi verdugo fingía que me buscaba, comía de mí. Vi a
Cinthya y supe que era agredida por su
hermano, por eso le regale mi muñeca para que pudiera estar a su lado siempre y
defenderla de su malévolo primo que le ha lastimado. Por ello protege a su
amiga. Y teme que su primo la lastime más, hasta matarla. No mide las
consecuencias de sus actos.”- Carmen agradeció, y cargó la muñeca fuertemente
apretándola sobre su pecho, se sentía apenada de sentir miedo por esa muñeca y
del fantasma que está traía, sin embargó ha comprendido que no se le debe temer
a los muertos, porque muertos ya están y los vivos pueden matar y lastimar.
Lloró por la trágica muerte de esa niña y dejo que cuidara de su hija. Cinthya
se recuperó al tener de vuelta a su muñeca y recuperar a su mejor amiga. Ya
nunca volvió a ir a casa de su tía, ahora ellos iban a su casa, con alerta de
Carmen, vigilaba minuciosamente el comportamiento de su sobrino. Gracias al
fantasma, Jonathan no pudo seguir dañando a su prima, y tuvo una enfermedad
mental que se diagnosticó como doble personalidad. Mirna pidió disculpas a su
hermana Carmen pero el daño emocional de su sobrina seguía presente pero
gracias eso, se volvió investigadora de
lo paranormal, coleccionando muñecas embrujadas y desentrañando los misterios
que estas encerraban. FIN!
NOTA: La foto de este cuento fue tomada de Mercado Libre, para ilustrar este cuento, si tienen algún inconveniente y deseen que la quite de este articulo, con justificación haganmelo saber, gracias.
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