Bien dicen que la costumbre
puede obrar milagros cuando no queda ni última alternativa, no puedes escapar,
no puedes hacer nada, que nada más cruzarte de brazos y esperar a que
transcurra el día sin sabores, entre ensueños y pensamientos encontrados. Pero
cuando sales de casa, el mundo parece más amable y el entorno cambia a un
paisaje veraniego a vísperas de navidad un diciembre que parece prometedor y
hasta algo mágico. Es frío y a la vez estremecedor del no saber qué va a pasar,
que tal si sucede o no tal cosa, es disponerse a la suerte buena o mala, y
seguir la rutina como siempre, ¡Qué aburrido! Parece que la casa de Ana es la
única con estilo, en la que siempre suceden cosas insólitas y entre sus grietas
ver salir a una tarántula negra y meterse a otra, es como parte de una escena
de película de terror. El olor a humedad a casa vieja, e rechinido de las
puertas cuando se van abriendo por el viento. Qué la gente no hable cuando la
ven pasar no es nada raro y más aún que no quitas esa cara de pocos amigos. Con
mirada sombría y lóbrega miras a la gente y pasas con un semblante déspota y
rencoroso, sus ojos se encuentran hinchados por tanto que lee y es gracias a
esa actitud que te has forjado la gente te discrimina y que los derechos
humanos sólo sirven para aplicar más violencia y defender a los malvados que al
inocente, ¿hasta dónde vamos a parar? Con este pensamiento colectivo y
materialista actual, que en vez de progresar va retrocediendo a los tiempos de
la hoguera y de señalar a todas las mueres como bruja sin poder defenderse por
los estigmas de la sociedad, por la mediocre sugestión popular y pues, quizá
sea la visión general de una niña de doce años como lo es Ana Caren, pero de lo
que se sabe de ella que es feliz así, que a aprendido a sobrellevar y vivir en
su casa embrujada que ni sus padres e atreven a pasar sólo una noche en esa
casa, por los duendes, y las sombras que constantemente se ven y con tantas
cosas que suceden en el día que lo extraordinario es algo normal, pero… ¿Qué se
puede hacer en pleno siglo XXI que ser una bruja en la actualidad? Pero es
cierto, que lo que tiene ella es un don por herencia y que nada de lo que le ha
sucedido hasta ahora es pura casualidad. Y un augurio que no se asegura ser
buena persona de pasar a feminista en donde el feminicidio está al día y no pasa de ser una pesadilla de carácter
social, el tener que escuchar los argumentos de los mismos asesinos y escuchar
el cliché del odio que tienen hacia las mujeres.
Esa es la moderna inquisición
pero con asesinos absueltos de hoy en día y por aquella razón no hay que
suponer el misterio del por qué Ana Caren se guarda mucho en su casa pese a las
condiciones de esta y se tornan muchos comentarios acerca de ella pues otra
versión se dice que Ana Caren es un alma en pena que no se ha dado cuenta que
está muerta de ahí que pueda ver a otros muertos y que no vea a nadie de su
familia y ver a sus padres de vez en cuando… cuando estos le llevan una
veladora para darle la paz. Pero mientras el papel de bruja le sienta mejor. Con
tantas psicofonías que se oyen en su casa, de ver “fantasmas” deambulando en
todos lados y de ver sombras, es lo mismo de siempre. Sin embargo, en cierta
ocasión pudo sentir una presencia extraña, que no se trataba de nada
sobrenatural y esa vez tuvo miedo, que empezó a inspeccionar en su casa en
silencio, se estremecía por cada paso que daba y poco confiada a pesar de que
estaba resguardada en casa lejos de todo peligro. Se sentía observada y no por
los duendes, podía escuchar una respiración agitada, sin duda ya era un hecho
de que a alguien se le había ocurrido entrar con malas intenciones, pero pronto
se encontró de cara a cara con su verdugo cuando intentó escabullirse debajo de
las escaleras para taparle la boca con navaja en mano. Está vez su brujería no
la iba a salvar ni para hacer una llamada de auxilio, recordó que no había
pagado el teléfono y mientras el asesino en frente de ella y Ana paralizada de
miedo. Le temía más a los vivos que a los muertos por que estos ya estaban más
que muertos y los vivos pueden matar sin piedad. Le temblaban las piernas y
tragaba saliva espesa. Mirándolo fijamente, estaba frente de ella. El asesino
la miraba en silencio, nunca medio palabra alguna pero hizo señas de que se
callara si no la degollaría en cualquier intento de gritar y entonces ya era
seguro que se convertiría como un alma en pena, vagando por su casa y ser ahora
un fantasma más con pendientes. Muchas cosas le pasaban por su mente y aunque
no sabía rezar imploraba para que algo le ayudara; pero pronto, una sicofonía
se escuchó a lo lejos, era la vos de una mujer que demandaba al asesino con voz
macabra, el delincuente no sabía qué hacer, se encontraba ahora perdido y se le
enchinaba la piel. En seguida, otro grito se escuchó e hizo temblar las
ventanas, fue un alivio para Ana Caren que un ánima en pena se presentara y
viniera a socorrerla pero más que eso, se trataba del espíritu de la primera
víctima del asesino que reclamaba justicia y venia por él.
Este le había
hurtado del cuello una medalla que al parecer tenía poderes mágicos, el
espíritu de una mujer muy bella con el cuerpo ensangrentado y el cuello
ligeramente abierto, exigía justicia y
venía a matar a su asesino. Ana se armó de valor para defenderse y amenazarle
también: “-¡Corre por tu vida! Personas como tú no deberían seguir viviendo,
eres un maldito, corre-“, le decía Ana sin saber que había estado siendo
manipulada por el ánima, el asesino corrió pero abandono el arma aventándoselo
a Ana Caren quién por error lo había cogido, este aún tenía sangre fresca de su
víctima anterior, Ana Caren sentía que su cuerpo se movía solo pero no sabía lo
que sucedía, no tenía el control de su propio cuerpo, pero sentía que la sangre
le salpicaba a su cara, llegó a pensar que esa sangre era de ella, que iba a
morir pues se sentía poseída. Más pronto, en un abrir cerrar de ojos la escena se cambió, se
encontraba en el parque de la esquina de noche, con un montón de gente viéndola
y personas sosteniéndola mientras que una mujer policía le hablaba y le hacía
preguntas extrañas que no comprendía y solo escuchaba sin poder articular una
palabra, sentía el olor a la sangre que escurría por su cuerpo. Había personas
que sacaban fotos, se veían luces de patrullas y en frente de ella un bulto
envuelto en una sábana blanca manchada de sangre. Ana había tenido una fuera
descomunal que hizo corretear al asesino para degollarle, impulsada por el
ánima y poseída por ella, logro cometer el crimen que le daría la paz a la
joven. Paramédicos revisaban a Caren, pensando que ella fue agredida primero y
que actuó en defensa propia, el criminal ya era buscado y tenía antecedentes
muy funestos Ana Caren quedó como la heroína de la historia con un caso
resuelto. Mientras descansaba en la estación de policía pudo percatarse que
ella portaba el medallón que el asesino había tomado en su primer asesinato; le
pareció muy extraño, se sintió usada por la posesión que hizo el fantasma y
sintió mucho coraje, ¿Cómo es que paso todo esto? Se cuestionaba aturdida y
desmalló. Transcurrieron los días y Ana Caren ya estaba lista para ir a la
escuela, ya en el aula, todos sus compañeros la veían con más miedo que nunca
con el medallón extraño adornando su cuello. Habían esperado la lista de
personajes de una obra que se presentaría para el fin de curso, más la sorpresa
fue que habían escogido a Caren como la asesina de la novela pero la
justificación del maestro fue que lo hizo días antes de aquel acontecimiento.
Temían sus compañeros hacer esa obra con ella, le temían pero nada le podían
hacer, ya había pasado tiempo de ese incidente que se había hecho noticia y
alterado el barrio una vez más por la casona embrujada. Pero las clases
prosiguieron aun con todo lo sucedido y sea como sea la obra se produjo y como
era de esperar se convirtió en un icono el pueblo donde vivía Ana Caren, con
leyendas urbanas y mitos relacionados con sus historias. No pasaba de ser una
chica energúmena y enigmática, más que una célebre leyenda viviente con
fantásticas anécdotas de terror y uno que otro misterio sin resolver. Em pero
que su vida sea enigmática, se fingen nuevas amistades para conocerla y
desentrañar la enigma de su extraña personalidad y con el contacto de duendes.
Esas amistades ambiguas con el tiempo se vuelven a alejar, ella se ha resignado
a seguir así, viviendo con pesadillas que sirven como foco de atención para
crear sus cuentos y aunque ha estado envuelta entre lo cliché de lo paranormal,
se ha sobresalido como escritora mecánica, donde gran parte de lo que escribe
se lo dictan las almas en pena. Ana Caren está convencida que rescatara ese don
que le impulsa a seguir escribiendo. Y así su vida se ha visto en un aspecto en
que el tiempo se combina entre remembranzas e ilusiones y aunque pareciera
estar a punto de llegar a la locura se resiste ante ello, de evitar de no
desapegarse de lo que ella es y que el servicio que ofrece a los muertos es
recompensada, dando paz a los que ya se fueron y los que piden perdón con
remordimiento dejando en sus historias la enseñanza para evitar funestas
consecuencias y el consejo para cambiar. Y así su vida se formara entre sus
letras, hadas y duendes; querellas y soliloquios, y uno que otro monologo. Pero
el tiempo volverá a volcarse una vez más entre elocuencias y consecuencias con
experiencias enriquecedoras para crear el más enigmático cuento entro los
cuentos que ha hecho en vida y que seguirá por siempre viva entre sus letras y
mientras tenga más tiempo seguirá escribiendo sus cuentos, porque después un
cuento es un mundo dentro de la visión de quien lo escribe. Diciembre ha
llegado y el año está por terminar, más no por eso pasara tiempo sin dejar de
escribir. Quiero cambiar la temática del blog y enterrar a Ana Caren para
hacerle una estatua de cobre y hacer de sus cuentos inolvidables… FIN
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