Una carta se ha escrito en
forma de un cuento extraño y hasta en cierto punto misteriosa, una carta que
cómo secuela deja un sinfín de cartas y peticiones de los muertos a los vivos. Ahí
hasta los Demonios escriben su tratado y enseñan sobre la oscuridad y la
voluntad, un ambiente donde intervienen hasta santos y elementales, pero he de
escribir todo por cuanto pasa por mi mente, más que tenga buena redacción o no,
que lo crean me vale bien poco pero que se estremezcan en el momento que lean
los cuentos de Ana, ya habré cumplido con mis propósitos…
CARTA DEL DEMONIO BELCEBU A
UNA ESCRIBIENTE PSICOGRAFICA Y PERTINENTE LOCA PARA ENSEÑARLE SUS PROPIOS
MARTIRIOS.
Sé que me escuchas, seguro
que puedes oírme. Hace tiempo estoy siguiendo tus pasos y creías que se trataba
de un duende más, grabe error, aún no sabes distinguir ciertos fenómenos que
ocurren en tu ambiente. “Puta madre”, pon atención cuando te hablo, así como
estudias. Puedo matarte si me lo propongo, la locura nunca te dejara en paz y
puedo jugar con tu alma más te uso porque me alimentas, te uso para saciar mis
instintos. Eres el instrumento que me conecta en la materia y sacias mi hambre
de angustia, cólera y tristeza. Me alimento de tus emociones erradas que te obsesionan
a una conducta exagerada que repites una y otra vez. Eres la marioneta de los
demonios que viven dentro de ti. Más tu voluntad es fuerte y dominante cómo ese
mismo odio que te lleva a la frustración y perdida de la razón, la elocuencia
de tus palabras es música para mis oídos. Río porque tus delirios que provoco
en ti, hace más intensa mi presencia. Pero tu fe es grande y la Naturaleza está
moviendo las manifestaciones a tu favor. Es posible vivir de una maldición
porque vives una vida sombría y de la oscuridad traes luz que me ciega pero así
cómo es tu voluntad me recupero. Atiende a mi llamado que yo soy quien te
levanta cuando te desmayas. La sociedad es hipócrita nadie te comprende, más
sabes que mientras no aparezca alguien más poderoso que yo no podrás liberarte
de mi. Tienes que escribir para vivir, porque esa es tu penitencia más creías
que se trataba de un don. Sólo deja de escribir y morirás. Deja de creer en
Dios, nada sale de ello más el odio reconcilia el alma y gana la indiferencia. El
triángulo perfecto daña la perspectiva de una simulación de imágenes vagas que
forman una historia triste. Óyeme pendeja pues coge un lápiz y escribe lo que
te diré, es una solicitud para que permitan que vuelva en tiempos venideros que
yo aquí te intercambiaré conocimientos con saña y maña. Pero anda que quiero
que escribas, ya que eres la escribiente que cuenta cuentos y embellece la
muerte de los muertos que a tus aposentos entran en tu mente dándote visiones mortíferas
para escribir sin cansancio aquellas querellas del pasado de las voces antiguas.
Y así alivias la ansiedad y das a los otros la salida que buscan y se abren las
puertas nunca antes abiertas por su penitencia maldita que tuvieron por infringir
los siete pecados capitales irán todos al abismo del purgatorio cristiano. Mientras
el día lleno de pesadillas, la noche de insomnios y visualizaciones con
encuentros de espíritus errantes desde las tres de la mañana a las seis trece. Sufres
porque el sufrimiento nos absorbe y alienta nuestra esencia. Ve que no hay
salida que no puedes escapar de nosotros y que esperaremos tu alma hasta que te
entregues a la muerte en un sutil suicidio. Más esto ya se ha convertido en una
guerra espiritual entre el bien y el mal. San Miguel llega en su corcel al
ataque pisando la cabeza de la serpiente que no tardará en regenerarse pues
eres víctima de pensamientos obsesivos. San Jorge te abrasa bajo su capa y
cubre lágrimas alentando tu existente vida. Es un shock; una estancia horrible,
un camino sin salida donde se forma un laberinto con tres puertas falsas. No te
rindes porque tus duendes están a tu costado y en todos lados para servirte. Mientras
que la muñeca maldita te observa dispuesta a matarte pero la has encerrado para
disipar su actividad, más tus gatos corren despavoridos porque saben que caerán
poco a poco, de uno en uno. Has por escribir lo que te he de decir, has por
escribir mi tratado a la humanidad, pues yo soy generoso con la hermana y el
hermano que buscan encuentros fortuitos entre el deseo de una pasión. Así fue
que yo cedi ante la vida para gozar del Infierno; combustionaba mi cuerpo hasta
ser lo que ahora soy. Y el placer era satisfactorio pero era un pecado la
lujuria desencadenada. Oye bien lo que te digo, escucha con atención qué
después deberás interpretarme con tus propias palabras. He a aquí el mandato de
Belcebú, enviando mis moscas de ambición. El que es guiado por la mariposa
negra, el veneno del sapo el canto intenso de los grillos y aquellas cucarachas
que corren por tu cama que recorren por tu cuerpo, cosquillean tu ombligo y
vuelan encima de tu cabeza. Te estremeces de miedo, gritas de horror pero tu
voz no se oye, más las cucarachas suben a tu hombro y entran por tu boca
saliendo por la nariz. Pero tras todo este tipo de apariciones es el fruto de
la cosecha de tu propia mente, el resultado de una obra demoniaca que mágicamente
hace que recrees esos delirios como reales. Pero está fe es el inicio de una
nueva etapa, de una iniciación, un rito de convicción a flor de piel. El juego
de la vida es una obra teatral único del destino, con tergiversas ideas y fúnebres
acontecimientos que marcan el desenlace de una vida. Las hadas han estado con
nosotros desde la creación, semejantes al ser humano e involucradas con el
bienestar del Planeta Tierra, que el hombre intenta y goza destruir, ahí
aparecen las catástrofes desde el inicio del siglo, la escribiente será
perseguida por sus angustiadores conflictuados por su grata vida. Pero cierto
es que los hermanos de la comuna Universal, están para auxiliar a todo que lo
necesite y dar luz desde el rincón más oscuro de la Tierra; los corazones
palpitarán, y las mejillas se enrojecerán las aves nocturnas alzarán el vuelo
de la media noche ante el llanto de la bruja que en silencio reza y realiza
rituales mágicos que alivian su letarga angustia. Todo se le ha dado mediante
la magia pero cuando lucha por sus propios medios es incapaz de obtener
resultados. De allí, la Diosa Lunar
Madre de la Noche interviene muy amorosamente a lado de su consorte el
Dios del Sol y padre del día que tenderán la mano a sus hijas, las brujas; que pronto
han de revelarse y gritaran estrepitosamente dentro del círculo mágico. Mientras
que las hadas empiezan a bailar con los duendes, ¿Y qué bruja no ha amado con
pasión profana para cubrir sus propios instintos entre las oscuridades para
jamás volver ser encontrada? La Madre lo entiende, la Doncella prefiere
ignorarlo no ha crecido lo suficiente y le falta madurar pero que le pregunten
a la Anciana sabia, aquella que realiza sus encantamientos, los sábados por la
noche bajo los auspicios de la Luna Llena. El incienso va elevándose hacia las
alturas y los demonios alrededor del círculo impenetrable. Más la doncella en
el Sabbat refuerza su energía protectora aliándose desde los cuatro vientos,
los atalayas de los cuatro que siempre responderán ante las invocaciones de la
bruja que les ha de llamar enérgicamente en cada celebración. Un lobo aúlla y
el gato se eriza por algo extraño que está ocurriendo. La escribiente escribe
lo que el espíritu le dicta en su mente y su cerebro vuela a otra realidad, de
ahí que en el conjuro se mencione “que se está entre dos mundos”, en que las
voces juegan con la mente humana mientras que la mano entumecida se encuentra. Y
si uno no obedece aquel instinto, su espíritu dormirá silenciosamente y el círculo
se abrirá, se disiparán las energías, hasta que un Demonio generoso y educado
venga a despertar a la sacerdotisa bruja de un destino fatal, para liberarla y
quedar atada bajo otra influencia demoniaca. FIN!
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