La mariposa volaba de flor
en flor y en ellas una abeja se encontró, -“¡Vete de aquí!”- le dijo la abeja
pero la mariposa no hacía caso y volaba a su alrededor, -“¿Qué haces?”-,
pregunta la mariposa, -“¡Trabajo!”- y la mariposa seguía molestando a la
abejita trabajadora que no podía concentrarse, -“¡Lárgate a otro lugar y déjame
trabajar!”-, la abeja no entendía cuál distracción. –“¿No haces otra cosa más aparte
de retirar néctar de las flores?”- la abeja después de que casi terminaba su
jornada con doce horas diarias se detuvo por fin. –“¡Soy una abeja!”- dijo y se
marchó. La mariposa seguía volando de flor en flor hasta que descanso en la
sombra de un árbol pero un grillo cantaba alegremente y la mariposa se puso a
danzar con alegría y de repente el grillo cortó su canto, mirando a la mariposa
con enfado, -“No dejes de cantar”-, le dice ella, se marchó volando y el grillo
siguió con su canto. La abeja continuaba con su ardua labor pero pronto se dio cuenta
que la mariposa no estaba. Y fallaba en su trabajo y la regañaron, entonces
redobló su jornada para caerle bien a la reina y de noche la luz de la Luna, ya
no era suficiente para poder ver y casi cedía, hasta que de pronto escuchó la
voz de su “amiga”, la mariposa, -“¿Por qué trabajas tan de noche?”- le pregunta
curiosa –Aún no termino y le hace un ademán para que se vaya y ella le entiende
y se aleja llorando pero la abeja le tenía miedo a la noche y hubiera deseado
que alguien lo acompañará al panal y la miraba marcharse, -“Ahora me quede
solo, no era mi intención, sólo me faltaba poquito.”-, decía la abeja entre
sollozo y volaba que parecía iba a caer tormenta, -“Lo único que me faltaba”-
pero pronto vio una luz llegar hacia a él y tras esa luz veía a su amiga la
mariposa tan hermosa cómo si fuera una hada y vio a otro insecto más, era una libélula
y brillaba como una lámpara, -“¿Te acompañamos?”- y entonces la abeja suspiro
de alegría y llego hasta al panal y los obreros asombrados pues había duplicado
su producción y la luciérnaga con la mariposa tomaron miel hasta saciarse y la luciérnaga
se quedó a iluminar al panal y a seguir ayudando a la abejita mientras que la
mariposa con su baile alegre danzaba y hacia la tarde feliz con sus juegos y
compañía. Hasta el grillo se acercó a entonar sus melodías, haciendo ameno el
trabajo de las obreras y en cierta manera enamoraba a la reina sin saberlo. Fin
Después de todo estás escondida, espiándolos. Viendo cómo se besa con tu mejor amiga y ahí están, acariciandoce y seguro no están hablando de ti y tu lloras desconsoladamente con lágrimas torrenciales que caen a tu pecho adolorido y te duele imaginar que todas esas confesiones eróticas a tu mejor amiga que tenías con tu novio, iban hacer el detonante para que tu novio te tronara y tu amiga lo fuera a buscar, para ver si eran cierto esos besos esas caricias que a ti te hacia. Tus ojos están rojos de tanto llorar, aun no puedes digerir la idea de esa carta "misteriosa" que te llego en anonimato con la letra de tu mejor amiga diciéndote la verdad y hasta donde los encontrarías justo ese día. Te dio risa pues tu ya conoces todo de ella hasta su forma de escribir e ingenuamente creería que no te ibas a dar cuenta. Sin embargo, pensaste que se trataba de una broma, ¿verdad? Una inocente broma de su parte, pero sorpresa que fue verdad, vaya hipocresía. No ob...
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