IMPRESIONES: SEÑALES DIVINAS
El cielo se nublaba y
empezaba a lloviznar, yo caminaba con la cabeza cabizbaja y las manos en los
bolsillos del pantalón, estoy solo en este proceso de adaptación, y eso me hace
sentirme triste. Y resignarme por seguir en este camino, con tanto que sé, con tanto
que compartir y si socializo, será por un poco tiempo, para darme cuenta
después de una dura realidad. Llego a la oficina y me detengo en calma en
escuchar una música clásica que me hipnotiza y me da tranquilidad. Trabajo como
costumbre pero nada me ha dado la estabilidad emocional que necesito, por eso
me encierro en mi mundo, sin permitir dejar entrar a nadie. Pues aún no
considero a alguien suficientemente fuerte y con la cabeza fría que sepa seguir
mi forma de ser, siempre lastimo a la gente que quiero y a pesar de mi trabajo
tengo que continuar haciéndolo pues es una labor que alguien tiene que hacer y
eso a mí me atañe. Parece que nada me a desestabilizado en el mundo done me
encuentro. No a ávido nadie que haga que pierda cordura o me saque de quicio…
Recuerdo que la computadora está apagada y que no puse ninguna música, apenas
me percate de ello y la música dejo de escucharse, ya llevo muchos años en esto
y no ha habido nada que me asombre, todo es mecánico y todo es siempre igual.
Salgo a conducir a carretera a donde me lleve lejos y encuentre un sitio donde
resguardarme, me pongo a escribir mis experiencias en un sitio tranquilo que me
trae paz, pronto mi mente cabila entre tanta gente que he atendido. Siendo psicólogo
en esta vida es lo mejor que me ha sucedido pero algo me grita que deje de
salvar gente y busque mi felicidad, sin embargo eso no ha hecho desestabilizarme.
A veces, huelo una fragancia divina que hace que guarde silencio y no me mueva
para disfrutar de ese riquísimo olor que para mí me parece la fragancia de los
ángeles, hasta las hadas se ven como mariposas tornasol activas y gentiles, se percibe
curiosidad y calidez, cómo si no se dieran cuenta de mi presencia y siguen con
su natural comportamiento entre ellas, yo sólo me recuesto y las observo
mirando las nubes. La neblina bajó y salió el sol, empieza a sentirse el cálido
calor. Siento que un ser angelical me abraza y me acaricia, dándome confort y
seguridad, me entrego ante esas señales divinas que intercepto como un milagro
inesperado que algo está por venir a cambiarme la vida, no sé qué es y me invita a seguir así en el camino, que voy
bien y que no desfallezca porque la vida recompensará mi labor y mi entrega al
trabajo para vivir la vida con más fortaleza. Calma que da está tranquilidad,
tras de que seguramente voy a sufrir un acontecimiento desagradable… precio por
está calma de ahora. Siempre cobrando la calma por sufrimiento de mis seres
queridos. Los protejo mucho, ¿pero quién me protege a mí? A veces me encuentro
rodeado de gente que cree conocerme agradeciéndome por el cambio que he hecho a
sus vidas y yo me pregunto, ¿quién cambiará la mía? Entonces cierto día
empezando una jornada más, alguien llama para una cita y hace que mi corazón
vuelque como loco, ¿pero hombre, ha llamado una mujer? Mi corazón brinco cómo
idiota, ¿Y quién es ella para que yo me sienta así, falta que la mire en
persona para aquietar mi corazón es un idiota que se sienta así pero yo no comprendo
esta señal?, ¿Será la llamada de un ángel Divino? Y así transcurrió la semana
como siempre igual de monótona y el recordando la voz chistosa y tierna de
aquella mujer, deseoso que llegue el día de la consulta para conocerla. Sacaba las
notas de su experiencia de aquella mañana y trataba de buscar un sentido lógico
a su comportamiento. Necesitaba a gritos la compañía de una figura femenina y
esa sensación le atormentaba, era cómo poner a pelear Demonio contra Demonio y
el referí tenía que ser un ángel para que gane el bien cómo se supone que debe
ser. Y así paso un día más hasta que una mañana, volvió a sentir ese golpeteo
en el corazón, “toc, toc” llaman a la puerta y se preparó para ver su agenda roja y descubre que tan
inesperada fecha había llegado. –“Es ella, mi ángel de la guarda.”- Se habré la
puerta y era una mujer de semblante triste y se notaba que acababa llorar, -“Buenas
Tardes doctor.”-, no puedes creer la impresión que te dio, pero eso no
importaba lo que hay que hacer para estabilizar las emociones de penas de amor
de un adolorido corazón por rechazos ya sabías que proceder. –“Toma asiento por
favor.”-, coges tu libreta y lápiz para empezar la consulta. Nuevamente el
corazón brinca y se alegra, entonces te alegras de tu profesión después de todo
que no todo era tan funesto cómo parece. No es que te alegres de la desdicha de
tu paciente, pero sientes la ligera corazonada que ella será quién calme ese vació
existencial de tu vida solitaria. –“¿Casada?”- preguntas con ímpetu. Y sabes
que se empieza escribir un capitulo nuevo en la historia del libro sagrado de
la vida, los Ángeles te mandaban señales uno a uno y no podías interpretarlo. Pero, ya tenías el
destino apostado a tu favor y sabías que algo iba a ocurrir, sólo es cuestión del
tiempo…-“Se amigo del tiempo y ten paciencia” te decías y así, te perdías entre
sus lágrimas y buscabas sus ojos. Sí; no cabe duda, los ángeles te la enviaron,
el regalo de tus esfuerzos se han ido recompensados, toma tu regalo… te lo
mereces. FIN
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