EL CANTO DE LUCIA

Para un amigo que amaba a la Luna sin demora y a su amada Luna mujer… Señora Luna Madre mía me siento mal por cómo se dan las circunstancias. Atrápame señora, cáchame. No me dejes sola Madre Luna, enséñame a mirarte con mi ojo astral, con el tercer ojo para que tu brillo lunar irradie en mí, la magia que necesito para brillar con sabiduría. Qué difícil es encontrar una guía y que difícil es guiar. Señora, sabes que aún empiezo en este arduo sendero y que por medio de las palomas mensajeras unen a hermanas y a hermanos a distancias con el mismo fin y el mismo interés de evocarte y adorarte iniciando un camino; señora mía estando sola encontré una maestra que vaciló y por ello decidí partir pero guardo su enseñanza y con dolo lloro el sentimiento que adopte en ese transcurso fatal mientras moría una paloma blanca. Dame fuerzas querida Luna, dame ingenio para salir adelante cubriéndome con tu manto plateado al caer la noche y que las hadas tenues y dulces tornasoles vuelen hacia a mí, velando por mis sueños, luchando contra demonios y sombras. Señora, ¿es mi destino sufrir de ese modo? Creo que no y que usted busca lo mejor para sus hijas y yo como doncella ilústreme el camino a seguir cómo más me convenga que se disipen las tormentas en mi camino y las angustias que se despejen por medio de los vientos alados. Escúchame señora que lloro y río hacia las cuatro direcciones por mi triste realidad, de estar sola en el sendero mágico. Creí encontrar un camino que en el andar se torció y se dividió en dos direcciones y ya no supe hacia donde ir pero me desvié entonces regresando por el mismo camino y me he atisbado entre sueños fantasiosos, ¿Sabes Señora mía? Tejemaneje un destino en el cuál nacieron rosas con espinas. Observé, cómo un colibrí moría por amor entre letras antiguas y melodiosamente marcaban mis días entre coplas y compás de un antiguo mal de amores. Pero pronto me enseñaste una esperanza y me diste una lección en el amor entre mi negación de volver a enamorarme aparece el lobo para robar a la niña con su capucha roja y esa soy yo, morí para volver a renacer entre sus brazos. Yo quede estupefacta entre el silencio del beso logró salir de mi una sombra que me atormentaba tras el lóbrego pasado de mi trágica historia. Llegó por qué tú lo enviaste en mi camino y yo cegada por el antiguo dolor que me causo aquél, negaba la existencia a un nuevo amor para que entre mis alucinaciones nocturnas el lobo devoraba mi corazón pero tras esa pesadilla no era más que el símbolo de que debería de luchar por ese amor. La serpiente con su veneno dirigía la amenaza en mi camino pero un día desapareció casi inmediatamente de que yo pudiera darme cuenta de lo que en verdad sentía. Yo luchaba contra yo misma pero me ganaste Madre Luna me diste una lección de vida y no dejaba ver una nueva oportunidad. Mas te guardaste de mí hasta el próximo mes de Luna Llena para develarme tu verdad y mi cuerpo vibro y se electrifico de toda tu esencia  y presencia de tu mística energía y fue por ello que comprendí. FIN