EL MISTICO. Cuentan los antiguos, que hace muchísimo tiempo existió un hombre ermitaño con mucho conocimiento de la vida y gnóstico además para llegar a él habría que cruzar los peligros naturales del bosque que lo protegían de la civilización urbanizada y de la corrupción del hombre. Sin embargo, a aquellos que se aventuraban a cruzar las entrañas de ese misterioso bosque se encontraban con la lucha interna de su súper ego y si su propio yo no los mataba entonces avanzaban y podían adentrarse cada vez más. Empero sólo los muy astutos e inteligentes lograban destrabar los misterios por medio de acertijos complicados que los duendes del bosque les hacían a quienes estaban adelantados pero no se trataban acertijos de vida, sólo quienes comprendían los misterios de los elementales sabían contestar y es que una vez contestando era un hecho de que ya estaban encaminados por el sendero de la magia. Los duendes les dejaban proseguir advirtiéndoles que deberían de esquivar los pies del...
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